martes, 4 de marzo de 2014

De muñecos y gatos


La gata se diferencia de los muñecos, en que no sonríe, ergo está viva.
Los muñecos padecen  una especie de neurosis, que luego contagian a los niños y de mayores se convierten en todo aquello que ya conozco.
La gata se mantiene impertérrita ante la estupidez de los muñecos o la humana.
Es una invitada de piedra en un mundo idiota.


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